El Reencuentro

Siempre pienso que los encuentros no son por pura casualidad. Hace unos días atrás me encontré en el Metro de Santiago a una muy querida amiga que no veía hace años, hablamos rapidito, pero quedamos de juntarnos un día. Así que fuimos a tomar once. Nos juntamos en el Mall de Viña y yo propuse el Xurros, que hace tiempo quería probar. Yo pedí unos churros glaseados con salsa de frambuesa y chocolate y un té Twinnings y ella un churro relleno con salsa de frambuesa y el mismo té. Nos dieron a elegir el té en una cajita de madera y al rato nos sirvieron el pedido. A mi amiga le ofrecieron sacarina, a lo cual accedió entre risas, ya que digamos que los churros no son muy light. A esto se acompañó una anécdota del mozo en el mismo tema. Y ahí nos largamos a conversar, había que ponerse al día y de cosas bien importantes que nos han pasado en este último tiempo. Y entremedio degustando los churros, que estaban muy ricos, acompañados de un buen té. Fue muy bueno volver a verse y escucharse. Estar con las amigas siempre hace muy bien, sobre todo si se acompaña de algo dulcecito. ¡Puro alimento para el alma!